Pilar y Sergio se conocieron como sucedía antaño, en las fiestas del pueblo, con 15 y 16 años respectivamente. No intercambiaban mucho más que un saludo ya que Sergio es muy tímido hasta que una noche que coincidieron en otro pueblo él le pidió su abanico con mucha gracia y dijo que se lo devolvería luego. Al encontrarse en otro bar su abanico estaba roto y las disculpas ofrecidas por Sergio hicieron mucha gracia a Pilar quien pensó “mira este chico con lo tímido que parecía…”
Tuvieron que pasar 10 años para que sus caminos se volviesen a cruzar en una de las fiestas conocidas de su pueblo, la Sampedrada. La novia de uno de sus amigos estaba haciendo de celestina presentando a Sergio a todas las amigas de Pilar hasta llegar a ella, la última, y en ese momento dijeron “ya nos conocemos”. Desde ese momento no han vuelto a separarse.
La celebración se llevó a cabo en la Finca Tío Simón donde Ángeles Silvestre fue la encargada de coordinar todo lo que los novios, la hermana de la novia y su amiga Marta(@ohmacedonia) habían preparado.
Como el novio es amante del campo la decoración de la boda estuvo inspirada en ello.
![]() |
Las flores corrieron a cargo de Flores en el Columpio. |
Sin duda la decoración es preciosa, por ello, los novios no podían ser menos y dejar de estar a la altura de la ocasión.
Sergio llevaba traje de Lander Urquijo, impecable, con zapatos de Oxford negros de Lottusse y, para darle el toque original, unos gemelos en madera con forma de ciervo de b4living regalo de Pilar.
Pilar estaba espectacular con su vestido de Beba’s Closet con espalda descubierta adornada con volantes. Su look al completo era precioso y se nota que iba muy en sintonía con su personalidad. Fue ella misma.
Como joyas llevó unos pendientes regalo de su abuela ¡ideales! y su anillo de pedida que diseñó el novio siguiendo varios modelos ya que ninguno le convencía.
Fue peinada y maquillada por “por los pelos peluqueros”, una novia con coleta de esas que tanto me gustan y que adornó con un tocado en rojo de Cocoluco tocados.
Los zapatos eran de Greymer, unos peeptoes con taconazo en el tono del vestido.
El ramo, pequeño, sencillo y muy colorido fue obra de Flores en el columpio, como el resto de la deco floral.
Su primer baile como marido y mujer fue al ritmo de El equilibrio es imposible, de Los Piratas.
Del vídeo de la boda se encargó Bodas de cine y las espectaculares imágenes que reflejan a la perfección el maravilloso día que vivieron junto a su familia y amigos son obra de Sara Lobla.
Escribir un comentario